2. Concepto y tipos de inteligencia
El lenguaje coloquial, por sus propias características, utiliza la palabra inteligencia con numerosos significados, algunos de las cuales significan lo contrario de lo que es la inteligencia o de lo que se podría esperar.
Por su parte, la doctrina se encuentra muy dividida y muy mediatizada por la aceptación social de sus propuestas en cuanto al concepto de inteligencia. Un autor que propugne que todo el mundo tiene una dotación en inteligencia muy similar y que puede llegar a ser muy inteligente tendrá bastantes más posibilidades de publicidad y promoción de sus ideas que si mantiene lo contrario.
Otra vía prometedora y complementaria de la anterior es la de restarle importancia al concepto clásico de inteligencia y asociar la maravillosa palabra a otros aspectos de la vida o "tipos de inteligencia" como el éxito social o emocional; así, exagerando un poco, nos podríamos encontrar con que la lotería pueda ser considerada como inteligencia económica de los agraciados o el tener muchos "amigos" como inteligencia emocional.
Estas corrientes doctrinales, aun las más serias y científicas, como la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, padecen un problema adicional y es que llegan al público general bastante desvirtuadas, siendo víctimas de su acelerada aceptación.
En fin, yo diría, tanto a los profesionales en la materia como al público en general, que al igual que la falsa humildad no es humildad sino falsedad, la supuesta cuasi-igualdad de la dotación genética de la inteligencia podría impedir la comprensión de complejos fenómenos sociales... Y, desde luego, no ayuda nada al desarrollo científico, especialmente a la planificación del sistema educativo.
Del Diccionario General de la Lengua Española Vox se pueden destacar como definición de inteligencia las dos acepciones siguientes:
Facultad de comprender, capacidad mayor o menor de saber o aprender.
Conjunto de todas las funciones que tienen por objeto el conocimiento (sensación, asociación, memoria, imaginación, entendimiento, razón, conciencia).
A mi juicio, tanto la primera definición de inteligencia como la segunda son aceptables en el ámbito del lenguaje pero algo imprecisas técnicamente. En la primera se incluyen aspectos relativos al aprendizaje que no están muy relacionadas con la inteligencia, como la memoria en su dimensión distinta del gestor de la memoria. La segunda es excesivamente genérica.
Las reflexiones realizadas sobre las características de la inteligencia de multifuncional y polifacética, las condiciones o requisitos asociados a las respuestas deseadas y sobre su carácter hereditario nos permiten delimitar el concepto de los principales tipos de inteligencia.
2.a) Inteligencia relacional
Esta denominación pretende recoger lo que he expresado en repetidas ocasiones, que entiendo la inteligencia como capacidad de efectuar relaciones abstractas. Por lo tanto, la inteligencia estará formada por el conjunto de funciones relacionales abstractas elementales que permiten efectuar cualquier operación de relación más o menos compleja.
Así podemos, como ejemplos conocidos, citar las relaciones siguientes: arriba / abajo, mayor / menor, general / particular, agudo / grave, suave / áspero, oscuro / claro, mate / brillo, delante / detrás, amable / grosero, agrio / suave, directo / delicado, dulce / amargo, intenso / leve, bueno / malo, etc.
Seguramente estas relaciones conceptuales no sean tan elementales como parecen. Por ejemplo, todas parecen un poco binarias pero ésta no es una condición para ser una relación básica; también se pueden entender en un orden creciente lineal, es posible que algunas se puedan representar mejor en dos dimensiones... De todas formas, espero que sirvan para expresar lo que quiero decir.
2.b) Inteligencia condicional
Como veremos, el intelecto funciona de forma diferente según los requisitos exigidos en cuanto a fiabilidad de las respuestas. Seguramente podríamos especificar otro tipo de condiciones de funcionamiento de la inteligencia y conseguiríamos otras clasificaciones de la misma.
Estas exigencias en cuanto a su articulación nos definen la inteligencia condicional, indicándonos que un mismo conjunto de funciones de la inteligencia relacional puede suponer diferentes inteligencias condicionales según su forma operativa.
El concepto es esencial puesto que, por un lado, nos proporciona un instrumento para identificar determinados casos particulares de especial significación; y por otro, nos recuerda que las funciones elementales son las mismas cuando la única variación del caso particular se refiere a las condiciones operativas.