4.b.3. Coherencia o compatibilidad interna: evolución de las especies
Isomorfismo en la evolución de las especies.
El primer índice de compatibilidad del sistema genético lo proporciona la uniformidad en su lenguaje, el ADN.
Cualquier modificación viable ha de ser compatible con el resto del genoma transmitido. Debe existir un conjunto de genes o de trozos de código muy fijos y comunes a gran cantidad de procesos vitales, cuya modificación afectaría a todos ellos. Este conjunto será el código estructural.
La existencia de variabilidad genética aleatoria o mutaciones en todo el genoma supondría que este código estructural se vería afectado por las mismas y los efectos serían desastrosos para el desarrollo del nuevo ser, por lo que, en buena lógica, no pueden ser aleatorias con generalidad, especialmente en casos extremadamente complejos como el del genoma humano.
El método aleatorio en la evolución de las especies es admisible siempre y cuando se aplique dentro de procesos y mecanismos concretos pero de forma controlada, es decir, la naturaleza está ampliando la esfera de posibilidades pero sin afectar a aquellas funciones que requieren cierta uniformidad y coherencia.
La existencia de mutaciones aleatorias no controladas mínimamente llevaría a la existencia de arañas con 4, 6 o más de 8 patas pero con todas las demás características de las arañas; además, deberían de nacer de forma más o menos continua en el tiempo; debería ser normal encontrar animales de la misma especie con diferente número de patas y humanos con 3 brazos. La genética moderna está consiguiendo este tipo de mutaciones en animales inferiores.
La coherencia de las modificaciones ha de cumplirse también respecto a la información genética que pueda transmitir el otro progenitor. La diferenciación sexual permite –además de otras muchas consideraciones– el método LoVeInf como una forma de conseguir la uniformidad y coherencia necesarias entre las dos fuentes de información genética y el observable isomorfismo en las especies.
El salto evolutivo como origen de las especies.
Un aspecto relacionado con la coherencia es la posibilidad de saltos evolutivos y el nacimiento u origen de las especies. Lo que implicará un cambio del código estructural. Dicho de otra forma, de alguna forma se ha de justificar la existencia del genoma humano. **
Cuando evoluciona un sistema biológico o no, se complica y, al mismo tiempo, ciertos caracteres conforman su estructura. Con el tiempo esta estructura cada vez será más rígida y llega un momento que es necesario cambiar algunos elementos para permitir la simplificación de procesos y aumentar el potencial evolutivo.
Por tratarse de una función nueva, no se podrá asociar la condición de verificación; se habrá comprobado por simulación o se asociarán otras condiciones de control para el caso de error, como incorporar esta modificación a una proporción determinada de la descendencia.
El rápido cambio que seguirá a un cambio estructural producirá caracteres relacionados y dependientes de las nuevas funciones; por ejemplo, la necesidad de una determinada proteína. Si por efecto de la combinación de genes, un nuevo ser no adquiere esta nueva función, no sobrevivirá, ya que los caracteres dependientes quedarán bloqueados en el fenotipo.
De esta forma comenzará el distanciamiento de la nueva especie. Será compatible con la inicial * durante un tiempo pero la evolución acabará por hacerlas incompatibles a efectos reproductivos y provocará su separación total; en otras palabras, ésta será la forma del origen de las especies en la mayoría de los casos.
Las enfermedades muy raras, por presentarse en un caso de cada 10.000 o de cada 100.000, podrían responder perfectamente a esta argumentación, pues normalmente se deben a la falta de una proteína en el fenotipo u organismo por haberse juntado dos genes muy arcaicos; estos genes son reminiscencias del pasado porque todos los individuos que tengan la nueva estructura y en los que se han juntado estos genes de los dos progenitores no han sido viables.
Por supuesto, como siempre, puede sonar a selección natural porque cualquier mecanismo que impida la viabilidad de un ser se podría considerar así.; pero no sería más que una extralimitación del concepto en su más pura expresión tautológica.
Caracteres complementarios y el origen de las especies.
Para ampliar el campo de posibles mejoras se podrían asociar condiciones de desarrollo efectivo del carácter modificado en función de la existencia o no de otros caracteres relacionados.
El equilibrio de los caracteres complementarios también está relacionado con la coherencia.
Cuando dos caracteres son perfectamente complementarios es aconsejable su equilibrio dado que el potencial resultante será mayor. La figura anterior muestra el efecto del factor de complementariedad sobre el potencial de una característica particular. En principio, el resultado debe ser mayor que la simple adición. En la gráfica se supone que el resultado es el producto de los potenciales individuales.
Si especulamos en la complementariedad de inteligencia y memoria en la evolución de las especies se podría suponer que cada unidad adicional -típico ejemplo puede ser genoma humano-, de inteligencia aumentará el potencial total no en una unidad, sino en la cuantía de la memoria total.
Una analogía familiar es el maletero de un coche; cuando se hace un viaje largo y con muchos trastos se debe extremar la atención en cómo se colocan para que quepan todos. Evidentemente, cuanta mayor habilidad tengamos y cuanto mayor sea el maletero, más cosas se podrán meter dentro.
Cuantificando el efecto, para mayor claridad, si la habilidad pasa de 3 a 4 objetos por unidad de volumen, y el volumen de 4 a 6 unidades, tendríamos que la habilidad ha aumentado en una unidad, el volumen en 2 unidades y el número de objetos en 12 por el efecto de complementariedad.
Este efecto es de suma importancia en la evolución y origen de las especies, pues en la figura se muestra claramente como la diferencia máxima de potencial de cada carácter aislado se encuentra en la relación 9 / 3 = 3 y, en cuánto al global, la relación se transforma a 81 /9 = 9, se ha triplicado.
Enormes diferencias se podrían producir en los potenciales asociados a conceptos multifuncionales como son precisamente la inteligencia y la memoria, solamente con la introducción de otro carácter o función se podría pasar de la relación individual de 3 a la relación de 729 / 27 = 27.
Por ejemplo, si en un hábitat relativamente próximo viven tres especies distintas de simios, una de éstas vive principalmente en los árboles, otra en tierra y otra próxima a un gran río, si en un determinado momento se mezclan genéticamente las tres especies ** y la mezcla se produce a través de sus individuos más potentes, es fácil imaginar que la descendencia podría adquirir caracteres muy superiores a sus antepasados, y los mecanismos posteriores que se desencadenarán terminarán por provocar el origen de una nueva especie. **
El único problema para el nuevo bebé será encontrar su eslabón perdido, porque con estas formas del origen de las especies no habrá existido nunca. **