6.c) Experimentos Menssalina con cromosomas abuélicos.
Menssalina (2016) simplifica la propuesta del experimento Darwinotro (2011) de genética cuantitativa, por lo que conviene leer dicha propuesta.
No solo sería mucho más barato realizarlo sino que es muy potente y se podría aplicar a estudiar los distintos cromosomas y su participación en multitud de procesos biológicos donde puedan existir diferencias evolutivas por razón de género.
Es importante resaltar que la metodología de los cromosomas abuélicos se puede aplicar a cualquier cromosoma, por implicar éstos unidades funcionales independientes en la evolución genética con diferenciación sexual.
MENSSALINA
EXPERIMENTO DE GENÉTICA CUANTITATIVA
Lo primero es reconocer que la investigación sobre la inteligencia está muy mediatizada por la posible reacción social.
En segundo lugar, investigar la inteligencia humana significa, más que nada, reconocer que el propio concepto está sujeto a muchas interpretaciones. Las más conocidas son la inteligencia general, emocional, inteligencias múltiples y el negacionismo.
Nosotros, aquí, añadiríamos una que se suele oír hablar muy poco de ella, la inteligencia elegante. Está formada por todas las habilidades que un ser humano tiene y no solo las conscientes sino también las inconscientes.
Como aproximación suficiente se pueden usar los indicadores existentes o cocientes de inteligencia – CI.
Quizás sería mejor si hablamos de factorías. Una misma fábrica creará grandes muñecos o camiones, pequeñas muñecas o coches; y siempre utilizará toda su tecnología, sus recursos económicos y humanos para que sus criaturas sean lo más perfectas posible. En otras palabras, trasladará toda su inteligencia a sus productos; claro está, en proporción aproximada a su precio de venta y demás condicionantes.
Existirán muchas fábricas o marcas y habrá diferencias entre ellas, pero todas ellas actuarán bajo los mismos principios naturales.
Sin embargo, a nadie sorprenderá que sus características, inteligencias o habilidades parciales sean diferentes. Ni tendría por qué sentirse ofendido por diferencias entre un camión que lleva más carga, un coche más rápido, o un coche blindado de transporte de grandes cantidades de dinero.
La propuesta pretende revalidar los impresionantes resultados del Estudio EDI (2002) sobre la evolución de la inteligencia confirmando las propuestas más significativas de la Evolución Condicionada de la Vida –ECV.
No hay que asustarse de las distintas funciones de género en los mecanismos de la evolución humana aunque afecten a características parciales de la inteligencia. El tema es conocido y generalmente aceptado, existen test de CI en que son mejores las mujeres y otros en que los hombres son peores.
Fases de la propuesta:
Elegir la muestra.
Elegir una muestra de superdotados de 100 hombres, mujeres o mixta, siempre con abuelo o abuela materna vivos. Mensa –asociación mundial más grande de superdotados– podría aportarlos altruistamente.
Averiguar el origen del cromosoma X.
Detectar si el cromosoma X que todos tenemos de uno de nuestros abuelos maternos es del abuelo (XGF) o de la abuela (XGM). Se utiliza el cromosoma X abuélico porque es el único que nos limita bastante el número de cromosomas a chipear y, al mismo tiempo, nos permite diferenciar los resultados por género.
Lógicamente, manteniendo siempre la privacidad de la muestra y con claves en el trabajo a realizar.
Resultados estadísticos.
Sencillo y barato, sumar y comparar.
Análisis de resultados.
Si ganan las citadas abuelas de forma significativa o, por el contrario, ganan los abuelos con alguna sigma, habrá que buscar explicaciones más complejas que si se produce el teóricamente esperado empate.
De acuerdo con la Evolución Condicionada de la Vida, deberían ganar los abuelos porque el caso de superdotados es muy extremo dentro de la distribución de la inteligencia y porque pequeñas variaciones genéticas en relación a la medida realizada de la inteligencia pueden hacer que no se llegue al nivel de superdotación requerido –superior al 98% de la población.
Las pequeñas diferencias que se intentan detectar, en su caso, podrían ser explicadas por el hecho conocido de que los hombres producen más variaciones genéticas que las mujeres y que la inteligencia va aumentando con el tiempo si no hay elementos ajenos a su dinámica.
Una generación podría ser suficiente dados los parámetros aportados por el Estudio EDI y la gran sensibilidad del modelo planteado por las características de la muestra. Otros posibles factores tenderán a anularse al ser aleatorios respecto al abuélico citado.
Un resultado equilibrado indicaría que no hay diferencias de género de la medida de la inteligencia admitida para entrar en Mensa, ** acabando con las eternas dudas al respecto, dado que la proporción de miembros masculinos es bastante superior en todos los países.
En caso de resultado positivo del experimento –desequilibrio–, se podría ampliar el estudio; por ejemplo, con análisis por submuestras por género o tipos de test de CI.
Como se ha dicho anteriormente, esta metodología se podría usar para otras características evolutivas.
Finalmente, remarcar que esta propuesta busca impulsar y acercarse a la verdad objetiva o experimental, sea cual sea.