2.c) Tercera Ley de Newton o Ley de Acción y Reacción
Siguiendo a Wikipedia, la Tercera Ley de Newton nos dice que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo éste realiza una fuerza igual, pero de sentido opuesto sobre el cuerpo que la produjo.
Si la Segunda Ley de Newton se considera la Ley Fundamental de la Dinámica, por establecer el concepto de fuerza como la magnitud que relaciona la masa con el movimiento, la Ley de Acción y Reacción tiene un carácter más técnico o instrumental.
De hecho, la Tercera Ley de Newton o principio de acción y reacción me recuerda la técnica contable de partida doble de Luca Pacioli, expuesta en su libro Tractatus particularis de computis et scripturis (1494) y considerado padre de la contabilidad moderna. Tanto una técnica como otra utilizan pares de cantidades iguales que facilitan el cálculo numérico, no particularmente complejo, pero sí extenso.
A mayor abundamiento, la partida doble contable y la Tercera Ley de Newton adolecen de las mismas deficiencias en cuanto supeditan la claridad conceptual a las ventajas de orden práctico.
Por citar brevemente alguna de ellas, el sistema de partida doble acaba metiendo en el activo del balance de las empresas conceptos tan dispares como edificios, programas informáticos, patentes o dinero en efectivo. Otra curiosidad técnica es que se acabe contabilizando en el concepto de inversiones tanto la construcción de una fábrica como la de un polideportivo.
Un ejemplo figurado de la Tercera Ley de Newton sería el decir que, si una persona le da una manzana a otra ésta le devuelve una manzana negativa, con lo que la suma total permanece inalterable y el número de manzanas final de cada persona se corresponde ineludiblemente con la realidad observable.
En consecuencia, no se puede argumentar que no sea cierta y útil la Ley de Acción y Reacción. No obstante, yo todavía no he visto nunca ni he podido imaginar una manzana negativa. Los objetos negativos no existen en mi mundo. De igual forma, podría afirmar que las fuerzas negativas no existen, salvo que tengan carácter convencional o puramente matemático. No obstante lo que sí existen son fuerzas opuestas por ser la fuerza una magnitud vectorial.
Esta característica instrumental de las fuerzas de acción y reacción de la Tercera Ley de Newton plantea dos problemas que pueden llegar a ser importantes:
Con el paso del tiempo y la fijación profunda de conceptos tan elementales, el cerebro humano puede llegar a pensar en la existencia física de los pares de fuerzas de acción y reacción a que se refiere dicha ley. Y, lo que es peor, por extensión, llegar a pensar en la existencia de energías negativas e incluso de masas negativas.
No digamos ya, si además la doctrina ortodoxa de la física oficial define la energía potencial de forma negativa y al positrón y ciertos tipos de masa se les denomina antimateria.
En modelos con numerosos juegos de fuerzas se acaba por no distinguir muy bien qué fuerzas son reales o implican mecanismos físicos y cuáles son convencionales.
No hay que olvidar que magnitudes como velocidad, fuerza o energía son meras propiedades de la estructura reticular de la materia –Éter Global, gravitacional o cinético– en sus diversas manifestaciones o estados físicos. En consecuencia, en todos los casos de fuerzas reales, lo que se está produciendo es una transferencia de energía o alteración de las propiedades elásticas del Éter Global.
Otro problema importante de la Tercera Ley de Newton o Ley de Acción y Reacción es la necesidad de crear fuerzas ficticias con independencia de las puramente matemáticas mencionadas anteriormente.
El propio Newton era consciente de estos problemas, pero reconocía que la ciencia no tenía el desarrollo suficiente para profundizar en los conceptos físicos que según él permanecían ocultos. En otras palabras, Newton señalaba que no le gustaban las fuerzas a distancia, típicas de su Ley de Gravitación Universal. Esta idea es un claro precedente del principio de Mach y de la existencia de un éter.
Las fuerzas de reacción son reacciones elásticas de los materiales, bien directamente o a través de una cuerda como la de la fuerza centrípeta en el caso de giro de una piedra en la onda de David.
Ahora bien, la centrífuga es consecuencia de la inercia de un cuerpo a seguir con su trayectoria (1ª Ley de Newton) y se la tipifica como fuerza ficticia porque no se conoce cuál es la fuerza de reacción.
En el modelo de la Física Global la inercia de un cuerpo se debe a la acción y reacción a nivel de los nucleones de los átomos que se produce por la elasticidad del espacio-tiempo (no me gusta este término porque nadie sabe lo que es -se debería llamar e-t oscuro) o, mejor dicho, por el Éter Global.
También es difícil encontrar la fuerza de reacción a la fuerza de gravedad. No se puede pensar que, si la fuerza de acción es la atracción de la Tierra por el Sol, la de reacción es la atracción del Sol por la Tierra; porque el ejemplo se puede extender a la fuerza de atracción de la Tierra por la bola negra supermasiva en el centro de la Vía Láctea, con miles de años luz de desfase temporal y puntos muy distantes de aplicación de las fuerzas involucradas.
La Tercera Ley de Newton refleja algo parecido al Principio de Conservación Global, que nos da la idea de que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Veamos un ejemplo simplificado, la Tierra y un objeto. Además, consideremos solo el movimiento del pequeño objeto. La fuerza de gravedad proviene no de la Tierra sino de su campo gravitacional, y la fuerza de reacción actuará contra dicho campo.
La fuerza de gravedad aumenta la energía cinética del objeto.
El aumento en la energía cinética proviene de una disminución de la suma de las energías del campo gravitacional de la Tierra y el objeto. Habrá un cambio en la configuración espacial de los campos gravitacionales cuando un objeto se acerca a la Tierra. En otras palabras, cuanto más cerca están la Tierra y el objeto, menor es la suma de la energía de sus campos gravitacionales.
Este efecto es similar a la energía de enlace en química. Un ejemplo intuitivo puede ser el volumen debajo de las sábanas de dos balones en la cama, cuando están juntos será mínimo. Nótese que tanto a la energía de enlace de los núcleos atómicos como a la energía potencial gravitacional se les asocia un signo negativo matemáticamente.
En todo caso, hay que agradecer a Newton su Ley de Acción y Reacción y su postura de buscar explicaciones de naturaleza física y con sentido común a las fuerzas de la gravedad; y por haberme ayudado al descubrir que no estaba solo en un mundo donde casi nadie sabe ni contesta; y, el resto, el que no estira el tiempo, se inventa nuevas y vibrantes dimensiones, se alimenta de manzanas negativas o va y viene a otros mundos o universos paralelos.
Con un punto de vista científico, no puede haber intercambio entre lo real o físico y lo imaginario o abstracto; por mucho que se pueda llegar a confundir un concepto con otro. Igualmente, no se acaba el mundo objetivo con la muerte de una persona. Tampoco creo que se acabe su mundo espiritual, pero eso es más filosofía del amor que ciencia física.
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