3. TEORÍAS PREVIAS DE LA EVOLUCIÓN
La ciencia, en general, ha cambiado mucho en el siglo pasado (siglo XX) y sin embargo, en cuanto a teorías evolucionistas no se ha alterado de forma significativa.
Aunque existen pequeñas actualizaciones, la teoría generalmente aceptada es la Darwinista, expuesta en la obra El Origen de las Especies en 1859.
Según Darwin, los individuos presentan variaciones aleatorias y la evolución viene determinada por la selección natural. Estas variaciones se denominan también mutaciones aleatorias, para remarcar su carácter supuestamente no dirigido. Curiosamente, hasta la fecha, no se conoce qué distribución estadística tienen las citadas mutaciones.
La teoría darwinista se impuso a la propuesta por Lamarck, según la cual, los caracteres adquiridos durante la vida de los individuos pasaban a la descendencia. El ejemplo clásico es el del cuello de la jirafa. Según Lamarck, las primeras jirafas, al estirar continuamente su cuello por la forma de conseguir el alimento, llegaban a alargarlo, engendrando posteriormente descendientes con el cuello un poco más largo; por su parte, Darwin sostenía que, nacidas al azar unas jirafas con el cuello más largo, eran las que mejor se habían adaptado al medio y sobrevivido mejor, engendrando más descendencia.
Junto a las teorías de la evolución propiamente dichas, se encuentran las leyes de Mendel (1865) sobre la herencia genética, cuyos elementos fundamentales son la combinatoria de los genes y su carácter dominante o recesivo.
Respecto a la fecha señalada es conveniente indicar que hasta finales del siglo XIX, esta teoría permaneció en el más absoluto anonimato y no precisamente porque Mendel no intentase su publicación, como se sostenía en algunos ámbitos académicos; recientemente se dice que los papeles de Mendel contenían muchos errores formales. Seguramente acabarán diciendo que no era un buen pedagogo y le faltaba asertividad.
Resumiendo, las ideas expuestas por Lamarck, Darwin y Mendel forman el cuerpo central de los conceptos en materia de evolución biológica o evolución de las especies. No obstante, también conviene señalar la existencia de teorías derivadas y otras de carácter religioso.
Entre las argumentaciones de la Evolución Condicionada de la Vida –ECV–, conviene destacar que hoy en día existe evidencia de hechos y experimentos que demuestran:
Transmisión horizontal de la información genética, por alteraciones debidas a debidas a virus y bacterias.
Evolución tipo espuma, es decir, las especies próximas se comunican por algunos individuos, de forma que no se sigue la típica estructura de árbol que se pensaba en el pasado, ni existe el eslabón perdido.
Se heredan los caracteres adquiridos.
La respuesta a este conocimiento por la doctrina ortodoxa es no ya la adaptación de la teoría de Darwin, como ocurrió a lo largo del siglo XX, sino su relativización y cambio descarado de conceptos de los nombres para evitar reconocer sus errores pasados –será entonces que su gran error fue el diseño de los libros de educación general de la población.
Ahora, según la doctrina, si se heredan los caracteres adquiridos no es por la evolución propugnada por Lamarck, sino que se trata de moléculas heredadas, pero distintas del ADN. Parece que Darwin era un experto en genética y epigenética, y que distinguía entre ADN y otras moléculas heredables. Los alelos ya no son distintas versiones de genes por pequeñas variaciones químicas, sino cualquier versión de un gen que cumpla una función parecida, aunque la mutación molecular de un gen a su alelo sea virtualmente imposible.
Hasta Wikipedia ** –Herencia de caracteres adquiridos– en español y francés ha incorporado los conceptos de la nueva ola ortodoxa. Curioso que no así Wikipedia en inglés ** o portugués. **
Los enlaces anteriores son a fecha de redacción de la modificación de la página, es posible que en la actualidad ya estén todas corregidas a la nueva versión ortodoxa.
Haciendo un poco de arqueología de la ciencia para comprender lo que está sucediendo con las teorías de la evolución, vemos que la doctrina ortodoxa todavía no ha cambiado la definición de la Real Academia Española **–RAE, que dice:
Epigénesis.
f. Biol. Doctrina según la cual los rasgos que caracterizan a un ser vivo se configuran en el curso del desarrollo, sin estar preformados en el huevo fecundado.
La epigenética ** ya no es expresión genética por condiciones medio ambientales –como la definición anterior de la RAE– sino cualquier expresión genética que no provenga del ADN, aunque venga de la generación anterior. Parece que la intención es la incorporación de mutaciones producidas en la vida de la generación anterior sin reconocer que Lamarck tenía razón y, de paso, reconocer y explicar que la herencia genética se transmite por el ADN y también por otras moléculas.
De cualquier forma, la herencia de las modificaciones de la información genética producidas en la vida de la generación anterior, –para los que así lo hemos estudiado– se llama y se llamará siempre la función crea el órgano y la herencia de los caracteres adquiridos, o como expresión modernista epi-herencia.
Es triste tener que recordarle a la comunidad científica que la teoría de Darwin nunca fue demostrada; y menos ahora que es evidente que la teoría de Lamarck es la correcta.
No obstante, ambas coinciden como teorías del origen del hombre al ser teorías evolucionistas.
Por su parte, la Evolución Condicionada supone una teoría con raíces filosóficas en la teoría de Lamarck y el Vitalismo; en contraposición al emergentismo de la teoría de Darwin.
Pasamos ahora a efectuar un análisis crítico de las teorías evolucionistas más importantes, sin que en ningún caso suponga una valoración negativa.
Asimismo, una breve descripción de estas teorías evolucionistas se puede encontrar en el capítulo 9 al hablar de las teorías sobre el origen del hombre.