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Genética evolutiva de la memoria y neurociencia

La neurociencia necesita un modelo del funcionamiento de las capacidades intelectuales del cerebro compatible con la genética evolutiva de la memoria.

Portada del libro Memoria, Lenguaje y otras Capacidades Intelectuales. Sarcófago del antiguo Egipto con dibujos y colores.

MEMORIA, LENGUAJE Y OTRAS CAPACIDADES INTELECTUALES

TEORÍA COGNITIVA GLOBAL

Autor: José Tiberius

 

 

5. Genética evolutiva y neurociencia

5.a) Heredabilidad de la memoria

En el título VI del libro de la Evolución Condicionada de la Vida se propone el Estudio EDI - Evolución y Diseño de la Inteligencia para demostrar dicha teoría y aspectos esenciales de la genética evolutiva y neurociencia.

La investigación estadística sobre la genética evolutiva de la inteligencia ha sido realizada con resultados totalmente satisfactorios y se encuentra disponible en el libro en línea sobre el citado Estudio EDI.

No obstante, en el análisis de la inteligencia se puede hablar de una inteligencia general, pero con la memoria no ocurre lo mismo.

Un tipo de estudio científico se podría realizar con la evolución de la memoria matemática, que sería aquélla que exige certeza en las respuestas, que se debe de comportar igual que la evolución de la inteligencia.

No sería de extrañar que otros tipos de memoria con la característica de admitir errores y aproximaciones, como la normal y la semántica, fuesen consecuencia de la misma información genética que sirve para crear la memoria matemática; pero bajo supuestos distinto al de la verificación externa.

Al mismo tiempo, no sería de extrañar que otros tipos de memoria como las memorias normal y semántica con la característica de admitir errores y aproximaciones, fuesen consecuencia de la misma información genética que sirve para crear la memoria matemática; pero bajo supuestos distinto a la verificación externa.

Es decir, nuestro cerebro se construye con códigos genéticos de ambos progenitores y al operar, en ciertos procesos como la memoria normal, no requerirá la seguridad de las respuestas.

La comprobación de la heredabilidad de la memoria requerirá un modelo de genética evolutiva mucho más complicado que el de la inteligencia general y se necesitará disponer de medidas de capacidades parciales para las diferentes potencialidades de los estratos de la memoria o de las memorias especiales.

La neurociencia debe aportar modelos de funcionamiento del cerebro que permitan realizar estudios de detalle, a pesar de los avances que se están produciendo parece que todavía no se llega a tener un diseño concreto.

La figura nos muestra el efecto sobre las capacidades cognitivas de los posibles descendientes bajo el supuesto contrario al método de Verificación Lógica de la Información (LoVeInf). La expresión de las capacidades seguirá una ley matemática aditiva en lugar de la ley de la intersección que hemos visto en la genética evolutiva de la inteligencia.

En el diseño de los datos de la figura, por simplificación, se ha supuesto que la adición sea igual al potencial del gen mayor, considerándose que todo el potencial del menor está incluido en el mayor.

Capacidad de los descendientes
sin método LoVeInf
Esquema de la evolución con diferenciación sexual, combinación Mendeliana y no aplicación del método LoVeInf.

Este caso correspondería a la genética evolutiva de la memoria normal.

Un modelo sobre genética evolutiva para la memoria normal a medio y largo plazo tendrá que tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Fiabilidad de la memoria normal.

    El potencial efectivo de la memoria normal dependerá de un mecanismo similar al de la intuición en el sentido de suponer de forma negativa la hipótesis de la funcionalidad del método de Verificación Lógica de la Información LoVeInf.

    El razonamiento básico es que un error de la memoria normal no es muy grave y por lo tanto no requiere los niveles de fiabilidad que garantiza el citado método LoVeInf.

  • El efecto de complementariedad simple entre inteligencia y memoria.

    Si pensamos en la complementariedad funcional de la inteligencia y la memoria, se podría suponer que cada unidad adicional de inteligencia aumentará el potencial total no en una unidad, sino en la cuantía de la memoria total. En estos casos, la complementariedad seguiría una ley matemática de multiplicación más o menos atenuada.

    Con un punto de vista de la genética evolutiva más general se comenta este efecto de complementariedad en el apartado sobre Caracteres complementarios y el origen de las especies del título 4 del libro en línea de la Evolución Condicionada de la Vida.

  • El efecto de complementariedad complejo entre inteligencia y memoria.

    La memoria depende de su estructura genética y de la potencia de su gestor –inteligencia; por lo tanto, su eficacia será el resultado de los efectos de complementariedad que se producen.

    Este efecto se produce por la intervención de la inteligencia en los procesos del sistema de información global de la memoria; es decir, la inteligencia como gestor de la memoria, no de sus procesos lógicos típicos.

    La capacidad de razonamiento inteligente por el cerebro dependerá del procesador lógico y de la información disponible (efecto de complementariedad simple); pero a su vez, la información disponible depende de dicho procesador cuando ha trabajado para la clasificación y archivo, y recuperación de la información en la memoria.

 

5.b) Lenguaje, memoria semántica y razonamiento verbal

En el caso de estudios de genética evolutiva y neurociencia de la memoria semántica, la inteligencia lingüística podría actuar eligiendo una palabra, por ejemplo, en función de las primeras propuestas que reciba del sistema de archivos de la memoria.

Conviene resaltar que, en esta ocasión, no se trata del empleo del método de Verificación Lógica de la Información (LoVeInf), propuesto para la evolución de la inteligencia, ni de su contrario, sino de uno diferente que actuaría de forma intuitiva pero muchísimo más rápido que la intuición.

Recordemos que en el método LoVeInf se esperaba a recibir todas las propuestas del mecanismo involucrado y se necesitaba una gran uniformidad de las mismas (verificación) para su aceptación. Ahora el visto bueno se produce sobre las primeras propuestas con una mínima repetición.

Para aclarar con datos numéricos el párrafo anterior, que se validarían las primeras cinco palabras que se repitan 50 veces; así, no es necesario esperar la terminación del trabajo de los miles de millones de neuronas que podrían encontrarse implicadas.

El sistema global del lenguaje tendría como elementos fundamentales, por un lado, la memoria semántica y la inteligencia lingüística y, por otro, un gestor del carácter fisiológico del lenguaje propiamente dicho.

Por su parte, el gestor del lenguaje, al igual que el gestor de la memoria semántica no aplica el método de Verificación Lógica de la Información (LoVeInf), propuesto para la evolución de la inteligencia, ni el contrario, sino uno diferente, que actuaría de forma intuitiva pero muchísimo más rápido que la intuición.

La potencia de la complementariedad de dos caracteres que no exigen el método de Verificación Lógica de la Información (LoVeInf) debería de ser bastante mayor que cuando sí lo aplican. Ésta podría ser la causa de que la capacidad de lenguaje humano y su genética evolutiva sean realmente sorprendentes desde el punto de vista de la neurociencia.

La herencia y evolución de esta potencia combinada también podría ser objeto de estudio mediante la investigación estadística puesto que existen métodos para medir las variables mencionadas.

Existe una famosa corriente filosófica que propugna una fuerte componente genética del lenguaje. El lingüista Noam Chomsky es el representante más importante de dicha corriente, denominada innatismo en contraposición a la corriente del constructivismo. Chomsky afirmó, hace bastante tiempo, haber identificado elementos comunes a todos los idiomas de los humanos, lo que implicaba una predisposición genética al desarrollo del lenguaje. Aunque no está claro si incluía como humanos a los Neandertales y Denisovanos.

La naturaleza genética del lenguaje se ha visto reforzada por el reciente hallazgo de un gen particular que afecta sensiblemente a la construcción de frases del lenguaje sin afectar a otras capacidades personales, o a lo que podríamos denominar inteligencia general, de los individuos de la genealogía de una familia entera.