3. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA
Las conclusiones más importantes se encuentran expuestas en el apartado correspondiente del estudio estadístico EDI, se refieren fundamentalmente a temas de psicología evolutiva y son las siguientes:
El carácter hereditario de la inteligencia relacional.
La significatividad del gen de menor potencial intelectual y su coherencia con el concepto de inteligencia condicional.
Funcionalidades importantes de la diferenciación sexual.
La propia existencia de una evolución teleológica o finalista.
La visión intuitiva del funcionamiento del cerebro en sus aspectos cognitivos es difícil de resumir por haber sido expuesta de forma un tanto esquemática. De hecho, el índice podría ser un buen resumen de los conceptos tratados.
Sin embargo, quisiera remarcar los siguientes apartados.
3.a) Psicología general.
Esperamos que la descripción efectuada sobre el funcionamiento del cerebro, la inteligencia y la memoria les sirva para comprenderse mejor a sí mismos y a las personas que les rodean.
El ser algo más conscientes de nuestros límites nos puede ayudar a ser más prudentes en la fijación de determinados objetivos y a mantener una psicología general más equilibrada.
Las diferentes formas en que se desarrolla el proceso de toma de decisiones individual puede explicar el aparente cambio de opinión individual que se produce en determinados casos. En particular cuando se lleva a cabo de forma centralizada o de forma democrática en cuanto a nuestras propias células o conjunto de las mismas.
El conocimiento sobre el proceso de toma de decisiones debería implicar, en cierto grado, una auto educación para evitar pérdidas de control de la voluntad.
Un poco de humor nunca viene mal, sobre todo cuando decimos que parece ser que no existimos desde un punto de vista estrictamente científico; que el ser humano, más que un ser vivo propiamente dicho, se configura como un sistema de impulso vital.
Con relación a la naturaleza dual del ser humano, y otros seres, se expone el concepto de discontinuidad temporal de la existencia.
3.b) Psicología educativa.
Se debería incrementar la tendencia a utilizar la memoria normal en la medida de lo posible, por su enorme potencial en comparación con la memoria matemática.
Actualmente, muchas personas piensan que lo que hay que hacer es practicar y ejercitar la memoria matemática para que se desarrolle plenamente.
Si los nuevos planteamientos son correctos y esta capacidad intelectual viene configurada principalmente por condicionantes genéticos, el dirigir los esfuerzos de los estudiantes hacia la memoria matemática podría ser realmente contraproducente puesto que genera mucha tensión y evita la deseable utilización de la memoria normal y la comprensión de sus límites.
Un elemento más a tener en cuenta se debe a los paralelismos funcionales entre los ordenadores y el cerebro humano.
El giro anterior hacia la utilización de la memoria normal se puede apoyar en la eficacia de los ordenadores y de las comunicaciones que nos pueden proporcionar una gran cantidad de información casi en tiempo en real. Ya no tendremos que memorizar tantos datos al ser facilitados en mayor cantidad y con mayor rapidez y seguridad por los ordenadores.
La educación debería fomentar la capacidad de las personas para el manejo y tratamiento de la gran cantidad de información disponible.
Aceptada la importancia del dormir y los sueños en el funcionamiento de la memoria, se debería explicar la idea suficientemente para que los estudiantes no cometan el grave error de sustituir tiempo de dormir por tiempo para el estudio.
El mismo razonamiento se puede aplicar a otro tipo de comportamientos que afectan de forma muy especial y temporal a la capacidad de memorizar.
Los estudiantes estarán especialmente interesados en un mayor conocimiento de los métodos que utiliza el gestor de la memoria para una mayor educación de sus hábitos de estudio.
3.c) Evolución del cerebro humano.
Si el paralelismo entre ordenadores y cerebro obedece a causas profundas, una curiosa consecuencia sería el enfrentamiento de las tesis actuales de evolución por mutaciones aleatorias con la idea de que un ordenador tan perfecto como el cerebro humano haya podido ser fruto de algo aleatorio.
Asimismo, la evolución de los ordenadores nos recuerda una de las propuestas de la Evolución Condicionada de la Vida. El mismo paralelismo nos conduciría a reconsiderar el diferente papel de los sexos en el proceso evolutivo, dado que las hembras parece que no modifican los genes desde su temprana formación, nos podríamos encontrar en que ellas se han especializado en lo que podemos denominar el hardware y los machos, por el contrario, en el software; ambos, como todos sabemos, interrelacionados y de una importancia similar.
La cantidad de interrogantes que plantea esta visión de las funciones cognitivas del cerebro: ¿son los genes la expresión más comprimida de nuestra memoria? ¿Existe en el cuerpo humano algo parecido a un compilador y dónde se encontraría? ¿Cuándo se actualiza la información genética a transmitir? ¿Por qué se limpia la memoria a corto plazo en las relaciones sexuales? ¿En qué porcentaje se modifica la información genética en cada generación?
En ese sentido, podría existir un mecanismo especial de compresión y codificación de la información genética para su múltiple transmisión, una vez modificada por el subsistema de la información genética de la memoria.
Finalmente, proponer como definición de inteligencia artificial el sistema de decisiones de una máquina, creada o no por el ser humano, que muestre cierta inteligencia, al menos aparentemente, y que tenga las características de un sistema de impulso vital.
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